¿Sabes que hay varias técnicas a la hora de cepillarse los dientes? La clave de todas ellas es poder conseguir que la limpieza bucal se lleve a cabo de una manera profunda y perfecta. Porque necesitamos que así sea para alejar todo tipo de problemas como las caries, la inflamación de las encías o el mal aliento.

Desde pequeños nos enseñan cómo cepillarnos los dientes y aunque pensamos que es la única manera, hay varias técnicas diferentes para poder llevarlo a cabo. Recuerda que todas son válidas pero que quizás puedes elegir la que más te convenga. 

La técnica de Bass

Una de las técnicas a la hora de cepillarse los dientes más recomendadas es esta. El motivo es porque la técnica de Bass consiste en cepillar alrededor y justo debajo de la línea de las encías. Por lo que de este modo se va estimulando la zona, se elimina todo tipo de restos y se evitan los problemas gingivales. Ya que es una zona donde las baterías se acumulan casi sin darnos cuenta. Así que, debemos apostar por colocar el cepillo de dientes en un ángulo de 45º, ya que es así como abarca la zona que hemos mencionado. 

 

¿Cómo debemos hacer el movimiento de cepillado? Pues es muy sencillo porque podemos llevar el cepillo desde la parte de las encías hacia abajo, por la zona interior. Mientras que no podemos dejar de realizar un movimiento horizontal en la parte externa de los dientes. No se debe presionar demasiado sino empujar el cepillo hacia delante y detrás haciendo hincapié en los molares. Finalmente, no debemos olvidarnos nunca de la lengua, ya que también es en ella donde las bacterias tienen su nido. 

La técnica de Bass modificada

Dentro de la técnica básica, también tenemos la modificada que como su nombre indica, cuenta con algunos cambios. Si bien la anterior es bastante recomendada, esta no se queda atrás. Porque seguimos manteniendo el cepillo en 45º y justo en la parte de las encías o surco gingival y ahora debemos ir hacia delante y hacia atrás. Ya que así nos aseguramos que las cerdas puedan ir limpiando la unión entre el diente y la encía. La diferencia con la técnica anterior o básica es que después de realizar ciertos movimientos en círculo en la parte mencionada, haremos un efecto de barrido hacia abajo en los dientes superiores y hacia arriba en los superiores. Recuerda que para este tipo de técnica, necesitas un cepillo flexible y blando para no dañar la zona de las encías. Tanto las personas con una higiene bucal perfecta como las que tienen problemas gingivales pueden usar dicha técnica.

La técnica de Charters

En este caso podemos decir que se trata de una técnica específica y perfecta para todas las personas que tienen un problema dental. Concretamente en la parte de las encías. Por eso, si tú las tienes un poco retraídas y ya ves cómo el diente parece más grande de lo habitual, necesitarás usar una técnica de Charters como la que ahora te definimos. 

Se mantiene el ángulo de 45º a la hora de colocar el cepillo. En este caso, volvemos a hacer un movimiento circular desde la parte del diente hacia la encía. Pero haremos hincapié en que las cerdas del cepillo puedan colarse entre los huecos de los dientes. Ya que así nos aseguramos de que estamos eliminando todo tipo de residuos. Los movimientos serán cortos pero repetidos durante unas 15 veces, cambiando luego a otra zona. 

 

Mientras que en la parte interna de los dientes, sí que podremos hacer la limpieza poniendo el cepillo de manera vertical. No se debe hacer demasiada presión porque ya sabemos que si tenemos las encías sensibles puede dañarlas todavía más. Si todavía no es suficiente con esta técnica, porque tus dientes quizás están más separados de lo que pensamos, entonces recuerda que siempre tienes a tu disposición un cepillo interdental. Se puede comprar en cualquier farmacia y debes pasarlo por ese espacio que hay entre cada diente: Primero comienza con el cepillado, luego pasa el interdental y finalmente limpia tu boca con un enjuague apropiado a tu problema bucal. Conseguirás un resultado mucho mejor, porque se trata de un tratamiento más específico para ti.

La técnica de Stillman

¿En qué consiste la técnica de Stillman? Pues realmente es parecida a la de Bass y por eso comenzarás desde la unión de la encía con el diente en tu cepillado diario. Pero además de ese paso, tienes que llevar el cepillo hasta la zona denominada de masticación y es ahí donde darás un paso hacia delante y otro hacia atrás, como si de una brocha se tratara y estuvieras pintando una pared. Es una manera perfecta para poder estimular las encías, al mismo tiempo que también prevenimos la aparición de placa. De nuevo está aconsejada para los que tienen una recesión de las encías debido a los problemas gingivales. 

Para poder limpiar bien los dientes, siempre optamos por movimientos circulares, pero como queremos aprovechar y cuidar de las encías, entonces tanto en la parte externa como interna, realizaremos una serie de movimientos desde la base del diente hasta el extremo. Es decir de arriba hacia abajo en la arcada superior y de abajo hacia arriba en la inferior. ¿En qué se diferencia de la técnica de Bass? En que, en este caso, lo que haremos será situar el cepillo un poco por encima de la unión entre la encía y el diente y no justo en dicha marca como realizamos en la de Bass. 

Sí es cierto que también la técnicas de Stillman tiene una modificación y es hacer una ligera presión en la parte de las encías, para llevarla luego hacia los dientes y realizar el efecto barrido que venimos comentando. Este tipo de barridos, desde la encía hacia el diente en sí, hace que la limpieza sea todavía más intensa y más eficaz, que es lo que realmente necesitamos. 

Ahora ya sabes todas las técnicas para poder cuidar tus dientes y tu higiene dental como nunca. ¿Por cuál te vas a decantar?