Esta técnica consiste en el aprovechamiento del espacio inferior del seno maxilar para que éste pueda recibir fijaciones que soporten prótesis fijas sobre implantes. Fue presentada por Hilt Tatum en el año 1977 y es un procedimiento con una elevada tasa de éxito y que se aplica de forma frecuente en la práctica diaria del cirujano oral.
La elevación sinusal aparece como solución a grandes atrofias severas o neumatizaciones del seno maxilar y consiste en el acceso mediante una ventana lateral trapezoidal creada por el cirujano.
La región presenta una calidad ósea tipo III o IV por lo que es necesario emplear después implantes de longitud mínima de 10 mm y del mayor diámetro que permita la anatomía. Requiere gran destreza y la aplicación de una técnica muy cuidadosa para preservar la membrana de Schneider.